Los azulejos o pavimentos pueden realzar la belleza de cualquier espacio. Además del atractivo estético, las baldosas también proporcionan una capa añadida de durabilidad. Sin embargo, a pesar de su durabilidad, estas baldosas son propensas a sufrir daños. Ya sea por la caída de un objeto pesado sobre ellas o por un percance durante la instalación, las baldosas dañadas deben sustituirse. He aquí algunos pasos y precauciones a tener en cuenta al sustituir baldosas dañadas.
Identifica el tipo de baldosa
No todas las baldosas son iguales. Los distintos azulejos requieren adhesivos y métodos de retirada diferentes. Por tanto, es crucial identificar el tipo de baldosa antes de iniciar el proceso de sustitución. Los azulejos de porcelana, cerámica y piedra natural tienen características únicas que hay que conocer antes de sustituirlos. Comprueba si tienes azulejos de repuesto de la instalación original o coge un azulejo de muestra para compararlo con los azulejos disponibles en el mercado.
Reúne las herramientas y materiales necesarios
Antes de iniciar el proceso de sustitución, asegúrate de que tienes todas las herramientas y materiales necesarios.
Necesitarás un martillo, un cincel, una paleta, una navaja multiusos, un quitaesmalte y las baldosas, por supuesto.
Asegúrate de tener gafas de seguridad, guantes y una mascarilla antipolvo para protegerte de los restos que se generen durante el proceso.
Prepara la zona
Antes de retirar las baldosas dañadas, es mejor preparar la zona circundante. Cubre los objetos cercanos con una lona o paño para protegerlos del polvo o los escombros generados por el proceso de retirada. Se recomienda llevar calzado cerrado durante este proceso para mayor seguridad.
Retirar el azulejo dañado
Utilizando un cincel, retira la lechada que rodea el azulejo dañado.
Coloca el cincel en un ángulo de 45 grados y golpea el extremo con un martillo hasta que la lechada se agriete.
Cuando hayas eliminado toda la lechada adyacente, golpea el azulejo con un martillo para romperlo. Puedes retirar los restos de adhesivo del azulejo con una rasqueta o un quitadhesivos.
Limpia la zona
Una vez que hayas retirado el azulejo dañado y el adhesivo, limpia bien la zona. Asegúrate de que no quedan fragmentos de baldosa o adhesivo en la superficie. Limpia la zona con un paño húmedo para eliminar cualquier resto de polvo o suciedad.
Instala la nueva baldosa
Aplica adhesivo para baldosas en la parte posterior de la nueva baldosa utilizando una llana. Asegúrate de extender el adhesivo uniformemente. Coloca la baldosa en la zona preparada y presiona firmemente para fijarla. Limpia cualquier exceso de adhesivo de las líneas de lechada con un paño húmedo.
Pasos finales
Deja que el adhesivo para baldosas se fije y se seque durante 24 a 48 horas antes de pisar la nueva baldosa. Una vez que el adhesivo se haya secado por completo, aplica la lechada para terminar el proceso de instalación. Utiliza una espátula para aplicar la lechada uniformemente entre las baldosas. Limpia cualquier exceso de lechada con un paño húmedo.
Precauciones a seguir
Al sustituir las baldosas dañadas, es crucial tomar las precauciones necesarias para evitar cualquier accidente. Lleva equipo de protección, como guantes, gafas de seguridad y mascarilla antipolvo. Inspecciona el subsuelo antes de instalar la nueva baldosa. Asegúrate de que está nivelado y libre de cualquier daño.
Conclusión
Reemplazar baldosas dañadas puede ser un proceso sencillo si se hace con las precauciones y herramientas necesarias. Identifica siempre el tipo de azulejo y reúne las herramientas y materiales necesarios antes de iniciar el proceso. Toma las precauciones indicadas y tendrás la baldosa dañada sustituida en un santiamén.